martes, 22 de julio de 2014

Nota realizada por ARINFO a Miryan Gorban, Lic. en Nutrición y Vicepresidenta de Médicos Del Mundo Argentina

Crisis: cómo sostener los conceptos de seguridad y soberanía alimentaria



29/01/2014 | La Argentina atraviesa una etapa de aumentos constantes que afectan directamente a la mesa de los ciudadanos. Una experta reflexiona respecto de las políticas a aplicar

Seguridad y soberanía alimentaria son dos conceptos que hacen al cumplimiento efectivo del derecho humano a la alimentación. Mientras que el primer término refiere a la garantía y la disponibilidad de una alimentación segura, sana y saludable en el marco de un carácter individual, el segundo va más allá y se relaciona con el desarrollo económico, social y político de cada país, que fija sus políticas en función de las necesidades, gustos, hábitos y cultura de la población en materia alimenticia. A pesar de sus diferencias, ambos conceptos son complementarios.
Tan importante es esta cuestión que, en el seno de la ONU, existe una organización que recibe el nombre de FAO y que se encarga de seguir el desarrollo de la producción de alimentos en todo el mundo y de dar fijar políticas en función de que se pueda llegar a todos los ciudadanos.
“El primer director de esta entidad fue un brasilero ilustre, un médico que se había ocupado del tema del hambre en nuestro continente, que se llamó Josué de Castro. Él escribió dos libros de cabecera en este tema que son “Geopolítica” y “Geografía del hambre”. El actual director también es un brasilero y su mérito fundamental es haber planificado y llevado a la práctica el plan de hambre cero en su país, el cual se instrumentó con el gobierno de Lula y que logro que millones de personas tuviesen acceso al alimento y superar la pobreza”, contó la Licenciada en nutrición y vicepresidenta de la organización Médicos del Mundo Argentina, Miryam Kurganoff de Gorban.
La experta relató que la FAO saca periódicamente informes sobre la situación alimentaria del mundo entero. Esto permite evaluar la producción, la disponibilidad y los avances y retrocesos que se dan en materia de alimentación país por país.
“En este mundo en crisis, América Latina es el único continente que, gracias a políticas públicas, ha logrado bajar los niveles de pobreza en los últimos años”, afirmó
En diálogo con “Trópico de cáncer” por Radio Arinfo, Kurganoff consideró que este “no es un momento fácil” para la Argentina, debido “a las maniobras especulativas que hacen al alza de los alimentos”.
“En el mundo entero, la variabilidad de los precios en los alimentos es la base de la crisis.  Los países que no tiene producción de alimentos y dependen de la importación, son los que más sufren por las alzas en los precios. Pero en Argentina, que sí hay producción y autosuficiencia, no hay razón que justifique las especulaciones que se producen y que van quitando progresivamente de la mesa de los argentinos los alimentos que cubren los requerimientos nutricionales básicos en las distintas etapas de la vida”, planteó.
La especialista sostuvo que es necesario aplicar políticas públicas para poner un punto final a esta situación. En ese sentido, propuso: “Primero, hay que atacar a los formadores de precios, que son los grandes monopolios transnacionales que son dueños toda la cadena, desde la producción, el alquiler y la propiedad de la tierra y  la logística hasta la distribución que lleva el producto a nuestra mesa. Estamos en una economía altamente concentrada y hay que ponerle coto”.
“Luego, se deben tener políticas que permitan que las grandes ciudades tengan un cordón de abastecimiento con cadenas cortas de comercialización. El costo del combustible es cada vez más caro y se trata de un bien escaso. Es por eso que tenemos que hacer que las cadenas de comercialización estén alrededor de las grandes ciudades a partir del fomento de la aparición de quintas, huertas y chacras”, agregó desde los micrófonos de Radio Arinfo.
Finalmente, la Licenciada en Nutrición señaló: “En los últimos años se incentivó el monocultivo de un producto que nosotros no consumimos, que es la soja. Esto empujó a la disminución de la diversidad característica porque la soja es rentable y se especula con ella. Es por eso que se produce menos trigo o maíz y que se crea dependencia, por la necesidad de usar agrotóxicos o herbicidas que hacen perder la riqueza del suelo”.
“En estos momentos, hay que preferir frutas, verduras y carnes. Se deben comer más alimentos frescos, que no estén industrializados y hay que evitar aditivos, colorantes y saborizantes, que no tienen efectos benéficos en la salud y que, además, son costosos. Hay que recuperar el poder de la cocina y de la elaboración casera de los alimentos”, concluyó.

Fuente: http://www.arinfo.com.ar/
  

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