Crisis: cómo sostener los conceptos de seguridad y soberanía alimentaria
29/01/2014 | La Argentina atraviesa una etapa de aumentos
constantes que afectan directamente a la mesa de los ciudadanos. Una experta
reflexiona respecto de las políticas a aplicar
Seguridad y soberanía
alimentaria son dos conceptos que hacen al cumplimiento efectivo del derecho
humano a la
alimentación. Mientras que el primer término refiere a la
garantía y la disponibilidad de una alimentación segura, sana y saludable en el
marco de un carácter individual, el segundo va más allá y se relaciona con el
desarrollo económico, social y político de cada país, que fija sus políticas en
función de las necesidades, gustos, hábitos y cultura de la población en materia
alimenticia. A pesar de sus diferencias, ambos conceptos son complementarios.
Tan importante es esta
cuestión que, en el seno de la ONU, existe una organización que recibe el
nombre de FAO y que se encarga de seguir el desarrollo de la producción de alimentos
en todo el mundo y de dar fijar políticas en función de que se pueda llegar a
todos los ciudadanos.
“El primer director de
esta entidad fue un brasilero ilustre, un médico que se había ocupado del tema
del hambre en nuestro continente, que se llamó Josué de Castro. Él escribió dos
libros de cabecera en este tema que son “Geopolítica” y “Geografía del hambre”.
El actual director también es un brasilero y su mérito fundamental es haber
planificado y llevado a la práctica el plan de hambre cero en su país, el cual
se instrumentó con el gobierno de Lula y que logro que millones de personas
tuviesen acceso al alimento y superar la pobreza”, contó la Licenciada en
nutrición y vicepresidenta de la organización Médicos
del Mundo Argentina, Miryam Kurganoff de Gorban.
La experta relató que
la FAO saca periódicamente informes sobre la situación alimentaria del mundo
entero. Esto permite evaluar la producción, la disponibilidad y los avances y
retrocesos que se dan en materia de alimentación país por país.
“En este mundo en
crisis, América Latina es el único continente que, gracias a políticas
públicas, ha logrado bajar los niveles de pobreza en los últimos años”, afirmó
En diálogo con “Trópico
de cáncer” por Radio Arinfo, Kurganoff
consideró que este “no es un momento fácil” para la Argentina, debido “a las
maniobras especulativas que hacen al alza de los alimentos”.
“En el mundo entero,
la variabilidad de los precios en los alimentos es la base de la crisis.
Los países que no tiene producción de alimentos y dependen de la
importación, son los que más sufren por las alzas en los precios. Pero en
Argentina, que sí hay producción y autosuficiencia, no hay razón que justifique
las especulaciones que se producen y que van quitando progresivamente de la
mesa de los argentinos los alimentos que cubren los requerimientos
nutricionales básicos en las distintas etapas de la vida”, planteó.
La especialista
sostuvo que es necesario aplicar políticas públicas para poner un punto final a
esta situación. En ese sentido, propuso: “Primero, hay que atacar a los
formadores de precios, que son los grandes monopolios transnacionales que son
dueños toda la cadena, desde la producción, el alquiler y la propiedad de la
tierra y la logística hasta la distribución que lleva el producto a
nuestra mesa. Estamos en una economía altamente concentrada y hay que ponerle
coto”.
“Luego, se deben tener
políticas que permitan que las grandes ciudades tengan un cordón de
abastecimiento con cadenas cortas de comercialización. El costo del combustible
es cada vez más caro y se trata de un bien escaso. Es por eso que tenemos que
hacer que las cadenas de comercialización estén alrededor de las grandes
ciudades a partir del fomento de la aparición de quintas, huertas y chacras”,
agregó desde los micrófonos de Radio Arinfo.
Finalmente, la
Licenciada en Nutrición señaló: “En los últimos años se incentivó el
monocultivo de un producto que nosotros no consumimos, que es la soja. Esto empujó a la
disminución de la diversidad característica porque la soja es rentable y se
especula con ella. Es por eso que se produce menos trigo o maíz y que se crea
dependencia, por la necesidad de usar agrotóxicos o herbicidas que hacen perder
la riqueza del suelo”.
“En estos momentos,
hay que preferir frutas, verduras y carnes. Se deben comer más alimentos
frescos, que no estén industrializados y hay que evitar aditivos, colorantes y
saborizantes, que no tienen efectos benéficos en la salud y que, además, son
costosos. Hay que recuperar el poder de la cocina y de la elaboración casera de
los alimentos”, concluyó.
Fuente: http://www.arinfo.com.ar/
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