martes, 22 de julio de 2014

Nota de ARINFO a Hernán Ostuni, médico infectólogo.

Un acercamiento a la relación entre el VIH y el cáncer



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23/05/2014 | Un médico infectólogo habla de cómo se trata el virus en la actualidad y de qué estudios son necesarios para prevenir la enfermedad

El VIH, en muchos casos, ha dejado de ser un tabú y de estar asociado a la palabra “muerte”. Con el desarrollo de los medicamentos y los nuevos tratamientos, los pacientes viven vidas plenas y satisfactorias.
“Hoy, en Argentina, está garantizado el acceso a todas las medicaciones que se usan a nivel internacional. No hay diferencia con los países del primer mundo en relación a la accesibilidad, que es el pilar del control de la enfermedad”, aseguró Hernán Ostuni, médico infectólogo.
A la hora de hacer el test, toda persona debe prestar previamente su consentimiento, según lo establece la ley 23.798. Asimismo, esta prueba no se puede solicitar esta prueba para ingresos laborales, salvo para las fuerzas de seguridad.
“Lo que uno hace habitualmente para screening es el test de Elisa. Hoy se usan los de cuarta generación que, incluso, ven una parte del virus, por lo que garantizan la negatividad en la no presencia de la enfermedad”, planteó el especialista.
En ese marco, detalló cómo se llega a considerar que una persona es portadora del virus del VIH: “En algunos países, con dos Elisas de cuarta generación positivos, se considera como si fuera positiva la enfermedad. Pero, en nuestro país se debe hacer un tercer examen, que es un western blot, para confirmar que el paciente es portador del virus del VIH”.
“Una vez que se establece la portación, hay que hacer otros estudios para ver, por ejemplo, si también se porta algún tipo de hepatitis crónica, como B o C, o si se porta algún tipo de enfermedad de transmisión sexual, como sífilis. Luego se hace un test de carga viral para evaluar cuánto virus hay en el organismo y los niveles de ED4, que son las células de defensa, para establecer si es necesario o no el tratamiento”, agregó Ostuni en diálogo con “Trópico de cáncer” por Radio Arinfo y precisó que, en la actualidad, si una persona tiene menos de 500 células ED4 y una carga viral importante no se duda en iniciar el tratamiento.
Respecto al establecimiento del VIH como una enfermedad crónica, el médico dijo: “Yo le digo a mis pacientes que el VIH es una enfermedad que tiene mala prensa. La opinión pública debe hacer un ejercicio porque esta visión negativa carga más con una impronta social que con una realidad. Hoy, el VIH es una enfermedad absolutamente controlable, con accesibilidad a tratamientos”.
 “La portación, con un tratamiento adecuado, se controla y el paciente puede hacer una vida normal”, afirmó y comparó la situación de los portadores del VIH con la de los diabéticos o hipertensos, quienes también deben tomar medicaciones de por vida para controlar su enfermedad.
Ostuni también habló de un tema preocupante, como es la asociación que se hace comúnmente entre VIH y aparición de diversos tipos de cáncer: “Hay una aparente mayor posibilidad de aparición de cáncer en paciente portadores de VIH. Se cree que habría una mayor predisposición”.
“Es por eso que las mujeres deben controlarse anualmente el tema ginecológico con el PAP yla  colposcopia para evaluar la posibilidad de portar HPV y cáncer de cuello de útero. En pacientes hombres que tienen sexo con hombres, hay que evaluar la portación anal de HPV para evitar el cáncer anal. En hombre de 45 años o más, hay que hacer una evaluación de próstata”, señaló.
Además, desde los micrófonos de Radio Arinfo, indicó: “Los linfomas son de aparición no común, pero están relacionados al VIH. En pacientes muy comprometidos desde el punto de vista inmunológico hay que controlar la parición del sarcoma de kaposi, que es un abarcador y que son esas famosas manchas. De todas maneras, pueden parecer otros cánceres que, eventualmente, no tiene relación con el HIV”.
Finalmente, hizo referencia a cómo se aborda el tratamiento de un paciente de VIH al que se le detecta un cáncer: “A la persona se la trata para las dos cosas de manera simultánea. El hecho de estar tratando el VIH disminuye los riesgos de que, frente a un tratamiento para el cáncer, aparezcan otras enfermedades ligadas al primero”.
Fuente: ARINFO

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